
mermelada de fresa y pimienta roja
1 1/2 kg de fresas maduras, pero en buen estado, lavadas y troceadas.
1/2 kg de azúcar
El zumo de medio limón.
1 cucharadita colmada de pimienta rosa.
.
Vertemos el azúcar sobre las fresas, mezclamos un poco y dejamos un par de horas en reposo, y si nos es más conveniente por la organización del trabajo, podemos dejarlo toda la noche.
El azúcar extraerá una buena parte del líquido de la fruta, y se disolverá en él, por lo que encontraremos un almíbar de fresas hecho. Mezclamos todo bien y ponemos en el fuego.
.
Calentamos poco a poco, y esperamos que rompa el primer hervor. Espumamos, ya que seguramente aparecerá una buena cantidad de espuma en la superficie, conteniendo múltiples impurezas que no necesitamos para nada, por lo que procedemos a su eliminación.
Mantenemos una ebullición suave hasta eliminar una buena parte del líquido. Cuando veamos que está cerca del punto de mermelada añadimos el zumo de limón y seguimos hirviendo hasta el punto de mermelada..
Prácticamente al final de la elaboración de la mermelada añadimos la pimienta rosa machacada que no debe quedar en polvo. El objetivo de añadirla casi al final de la cocción es conseguir que la mayoría de sus agentes y sustancias saborizantes y olorosas ejerzan sobre nuestra mermelada un efecto especiado, si la añadimos al comienzo de la elaboración con la ebullición perderá una gran parte de su sabor y olor, cosa que no nos interesa.

Las fresas, lavadas y sin rabito, las he cortado en 8 - 10 trocitos cada una, pequeños, y les he añadido el azúcar, lo he mezclado con la cuchara y lo he dejado reposar al menos un par de horas. En este tiempo, el azúcar se va a disolver ya que las fresas van a ceder una gran cantidad de agua. Con la cuchara, mezclar bien y conseguir que se disuelva la mayor cantidad de azúcar.
Poner al fuego la marmita y llevar a ebullición suave. Se formará una buena cantidad de espuma que hay que retirar, ya que hace muy feo en las mermeladas, pero sobre todo, nos va a dificultar el hervor, ya que tiene la manía la espuma de salirse de la marmita y poner el fuego perdido, así que hay que estar atento y eliminar la espuma. Dejar hervir nuestras fresas una horita a fuego suave, parece mucho tiempo, pero una vez espumado, no da nada la guerra, el hervor pausado y la evaporación suave.
Cuando ya haya pasado la hora, añadir a la marmita el zumo de un limón, en este punto es cuando ayuda a liberar la poquita peptina que tienen las fresas. Homogeneizar y dejar otro ratito hirviendo.
Pasado ese tiempo, ya podemos poner los plátanos, cortados en daditos pequeños, pero si se prefiere en rodajas, también está bien.
Aquí, ya hay que atender un poco más a la mermelada, ya que cuando el plátano cede almidones, pues se empieza a espesar un poco, además, gran parte del líquido ya se habrá evaporado. Así que ojo a la marmita y darle vueltas con la cuchara de vez en cuando.
Cuando os parezca que ya está a punto, según os guste de espesita, se le añade el cardamomo, y se deja unos minutos hirviendo, para que nos perfume la mermelada
3 comentarios:
Hola Clivia,esa mermelada tiene que estar riquisima.
Besiness.
si están buenas si las recetas de maui
a ver si me pongo ya derecha y pongo las recetas y otras cosas
besos
Hola,
Felicitaciones por la Web page
Vengo invitar vosotros a visitar mio website www.doce-design.com donde encontrarás muchas informaciones sobre workshops de pasteleria creativa
Te seré muy grata si lo puedes divulgar a tus amigos y contactos o en tu blog
Gracias
Maria João
Publicar un comentario